Atrapados por los videojuegos
Trastornos del sueño, bajo rendimiento académico, obesidad y
menor desarrollo de las habilidades sociales, son sólo algunas
consecuencias del abuso de los videojuegos en los menores de edad.
Advertencia: “Los padres deben vigilar el modo en que sus hijos juegan
‘videogames’. Si su hijo o usted tienen alguno de los siguientes
síntomas, detenga el juego y consulte con un médico: convulsiones,
alteración de visión, contorsión de ojos o músculos, movimientos
involuntarios, pérdida de consciencia, desorientación...”
Esta es la leyenda -bastante visible- que acompaña las instrucciones de
los videojuegos y que, por lo general, es ignorada por los jugadores y
por sus padres.
Lo que no dicen los manuales, pero sí un número creciente de
estudios académicos, es que el abuso de los videojuegos está ocasionando
en los niños y jóvenes trastornos del sueño, bajo rendimiento
académico, dificultad para concentrarse, reducción de las capacidades
sociales y de lenguaje, obesidad, mala nutrición, tendinitis, problemas
visuales, entre otros ‘efectos secundarios’.
Una investigación del Laboratorio de Psicología de la Universidad San
Buenaventura de Cali, asgura que los videojuegos, cuando se convierten
en una adicción, “favorecen la conducta impulsiva y agresiva (...) y
generan problemas con el manejo del dinero similares a los de algunos
ludópatas”, como gastar lo destinado a la lonchera, tomar a escondidas
el dinero de los padres “o realizar pequeños robos a fin de conseguir
dinero para jugar”.
También preocupa la edad, cada vez más temprana, en que se inician los niños en los videojuegos.
“A ellos se les remplaza la chupeta por el joystick, que es una especie
de ‘chupeta electrónica’ que los mantiene ocupados, y les da a los
padres -que no saben qué hacer con los hijos- tiempo para descansar, ver
las noticias o el partido de fútbol”, asegura el director del Colegio
Philadelphia, Alexander Mosquera.
El psicólogo Augusto Pérez, Ph.D, asesor de la OEA para Infancia y
Juventud, quien ha dedicado 30 años a la prevención de adicciones en los
jóvenes, dice que no hay razón para que un niño menor de 10 años, que
debería estar jugando, moviéndose y socializando con niños de su edad,
pase más de media hora diaria al frente de un videojuego.
“Con nuestra permisividad, los padres estamos fomentando el sedentarismo
y la obesidad infantil. Nadie puede alimentarse bien delante de la
pantalla de un televisor, y mucho menos si tiene las manos ocupadas; el
resultado es que los niños no comen, comen a medias o a deshoras, y
luego no gastan las calorías ingeridas”.
El bajo rendimiento académico es otra de las consecuencias de ese
exceso, dice Pérez. “No nos digamos mentiras, ir al colegio es aburrido
para muchos niños, porque son muchas horas de clases, lecciones y
tareas. Pero si al colegio le ponemos una competencia desleal como horas
y horas de videojuegos, será mucho peor”.
Según Pérez, muchos padres ignoran o subestiman la influencia del abuso de los videojuegos en el cerebro de los niños.
“Mucho tiempo frente a una pantalla produce interferencia con las ondas
del cerebro, ocasiona trastornos del sueño como pesadillas o insomnio, y
un estado continuo y prolongado de excitación que pone a circular
mayores niveles de adrenalina por el sistema nervioso”, dice, y explica
que si muchos ‘fans’ de los videojuegos tienen bajo rendimiento escolar
es, en buena medida, porque su cerebro está entrenado para responder a
los impulsos intensos que provienen de las imágenes de los videojuegos.
“Es sentido común: imaginen que, después de pasar horas con el cerebro
sobreestimulado por los videojuegos, un profesor les pide que lean un
libro, o que analicen, o que atiendan a una clase de historia o
filosofía. Sencillamente se aburrirán y no lograrán concentrarse porque
su cerebro está ‘formateado’ para responder a estímulos más fuertes”,
comenta.
En defensa de los jugadores compulsivos, Carlos Ortiz, un estudiante de
Ingeniería de Sistemas de 20 años que llega a dormir dos o tres horas al
día cuando juega, dice: “Los videojuegos no necesariamente son una
pérdida de tiempo, muchos de mis viejos amigos de juego ahora trabajan
en diseño de programación de videojuegos, se volvieron dueños de locales
y montaron sus empresas”.
Y aunque sabe que sus amigos no representan al común de los mortales,
añade: “los videojuegos no son del todo malos. El 80% de los que jugamos
somos bilingües. Estos juegos aumentan el racionamiento lógico y
espacial, promueven la agilidad para las matemáticas, los sistemas y la
memorización”.
Por su parte Iván Lalinde, un ingeniero que pasó la tercera parte de su
adolescencia frente a una consola, opina: “Mientras mis compañeros de
clase se drogaban, yo estaba jugando. Si lo miramos así, mi ‘adicción’
no fue tan nociva después de todo”. De nuevo, el eterno debate parece
reducirse a un problema de equilibrio y moderación.
En Colombia no existen cifras oficiales que den cuenta de la magnitud
del problema y el propio Secretario de Salud de Cali, Alejandro Varela,
admite el gran vacío estadístico que existe en el Departamento en torno
al tema.
Ha sido la aparición de casos en hospitales psiquiátricos y centros de
rehabilitación de adicciones y ludopatías lo que ha encendido las
alarmas. Así lo asegura Róbinson Montoya, psicólogo de la Fundación
Colombiana de Juego Patológico, una de las primeras entidades en
Colombia que ha diseñado terapias específicas contra el abuso de los
videojuegos.
Consejos para padres que quieren ayudar a sus hijos a utilizar con seguridad las redes sociales
Las
redes sociales son un entorno virtual cada vez más frecuentado por los
adolescentes. Sin embargo, existe una preocupación de los padres
respecto al uso seguro y las buenas prácticas, además de hacia su propia
falta de conocimiento para poder orientarlos de forma adecuada.
Por este motivo, Facebook , ha puesto en marcha el ‘Programa de Educación para Padres en el Uso de Redes Sociales’.
El programa, que se puso en marcha este pasado viernes, tiene como
objetivo ofrecer consejos y recomendaciones dirigidas a los padres para
que aprendan a gestionar conjuntamente con sus hijos las buenas
prácticas en las redes.
“Según
recientes estudios, el porcentaje de adolescentes españoles entre 14 y
17 años usuarios de las redes sociales no para de crecer, superando
incluso el 90%”, explica Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec. “Sin
embargo, datos recabados por nuestra Fundación revelan que sólo un 71%
de los padres consultados afirman que sus hijos utilizan las redes
sociales, lo que deja entrever cierto desconocimiento de la actividad
real de sus hijos en Internet”, añade. Según una encuesta
realizada por Fundetec entre padres con hijos adolescentes, un 51% de
los padres consultados afirman que sus hijos tienen un perfil en redes
sociales y que forman parte de su red de contactos.
Un 57% tiene claro que las utilizan de forma segura. Entre sus
principales preocupaciones respecto a su uso destaca la posibilidad de
que añadan a su red a personas desconocidas (73%), la información
personal que hacen pública (68%) y los contenidos que comparten (59%).
Esto pone de manifiesto, por un lado la falta de conocimiento que tienen
los propios padres de qué es y cómo funciona una red social, y por
otra, la necesidad de reforzar la comunicación con sus hijos sobre esta
materia.
Según Facebook, los jóvenes , tienen una actividad en la plataforma
mucho mayor que la de los adultos. Como media, éstos realizan un 31% más
de comentarios, actualizan su estado un 94% más, mandan un 124% más de
mensajes, dan al “me gusta” en un 160% más de páginas y ponen
comentarios en los muros de sus amigos con un 55% más de frecuencia.
“Estamos
convencidos de que la comunicación entre padres e hijos sobre el uso de
las redes sociales es clave para lograr un entorno seguro para todos”, afirma Natalia Basterrechea, directora de Asuntos Públicos de Facebook. “En
nuestra red social ofrecemos todas las herramientas necesarias para
proteger la privacidad y la seguridad de los jóvenes, incluidas
herramientas de bloqueo y botones directos para denunciar contenidos
inapropiados. Y este programa que inauguramos hoy es un paso más en
nuestro compromiso por apoyar a los padres, ayudarles a que entiendan
mejor nuestra red social y puedan de esta manera asesorar a sus hijos en
un uso responsable de la misma”, subraya.
- Utiliza el Centro de Ayuda para resolver cualquier duda que tengas. En él encontrarás respuesta a preguntas sobre cualquier tipo de información relacionada con el funcionamiento de la plataforma.
- Visita el Centro de Seguridad para Familias, donde encontrarás muchos consejos, recursos e información dirigida específicamente a padres e hijos.
LA IMPORTANCIA DE LA CONVIVENCIA FAMILIAR
10 claves para mejorar la convivencia familiar
La familia es el principal círculo social que una persona puede tener. De acuerdo a una investigación publicada en Psychology Science of Therapy, es fundamental realizar actividades que fomenten la convivencia familiar para lograr un sano desarrollo emocional y cognitivo.
Tener una buena relación con los hermanos y padres, fortalece los vínculos afectivos y mejora la autoestima de cada uno de los miembros de la familia. Para mejorar tu relación familiar,Salud180.com te sugieres estos tips.
1. Dediquen tiempo unos a otros. Apoya a tus hermanos y padres en sus actividades, juegos y aficiones.
2. Traten de comer o cenar la mayor parte de la semana. Si tienen agendas complicadas, programen un día para comer juntos.
3. Dediquen
un día a la semana a hacer algo como visitar a los abuelos, dar un
paseo, caminar, jugar, etc. su imaginación es el límite.
4. Cocinen, limpien, jueguen, duerman, platiquen y rían juntos.
5. Sean
espontáneos. Cuando estén juntos disfruten del momento y compartan
pequeñas experiencias, pueden improvisar juegos o simplemente ver una
película.
6. Dediquen tiempo para platicar. La comunicación es vital para fortalecer los vínculos afectivos de la familia.
7. Celebren sus logros tanto familiares como individuales. Asimismo, motívense mutuamente para lograr metas.
8. Cuando haya problemas, eviten las discusiones y las malas palabras. El respeto es un pilar fundamental para una sanaconvivencia familiar. Pueden elegir a alguien como mediador.
9. Busquen formas de ayudarse mutuamente, sobre todo si alguien tiene fuertes problemas.
10. Cuando
surjan eventos importantes busquen la unión. Está comprobado que al
sentir el apoyo familiar, las personas toman decisiones más asertivas.
El amor y la comunicación son
la base de cualquier tipo de relación familiar, por ello es importante
desarrollar una sana convivencia. De esta forma las personas crecen y
viven de una forma más saludable emocionalmente.
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